LiLiApp, la plataforma chilena que conecta técnicos con RUT certificado, crece silenciosamente en el país

# LiLiApp, la plataforma chilena que conecta técnicos con RUT certificado, crece silenciosamente en el país En un país donde la economía informal convive diariamente con la vida cotidiana de millones de personas, encontrar un técnico de confianza sigue siendo una tarea que muchos resuelven con una mezcla de intuición, recomendaciones familiares y una buena dosis de suerte. Es ahí donde LiLiApp empieza a hacer ruido, sin campañas ostentosas ni grandes titulares, pero con un crecimiento firme y sostenido, cimentado en una idea simple: conectar a profesionales técnicos con clientes a través de un sistema que valida su identidad mediante su RUT. Lo interesante no es solo el qué, sino el cómo. ## Una solución a un problema cotidiano En Chile, conseguir un gasfiter confiable, un electricista puntual o un técnico en refrigeración que no desaparezca después de cobrar el adelanto, puede ser una odisea. Según cifras del Ministerio de Economía, casi el 30% de los servicios técnicos menores operan sin boleta, sin contrato y sin trazabilidad. Esta falta de formalidad no solo deja al consumidor expuesto, sino que perpetúa una economía paralela donde el profesional tampoco puede acceder a beneficios básicos como cotizaciones previsionales, financiamiento o capacitación estatal. LiLiApp no promete cambiar el mundo. Pero propone una forma distinta de hacer las cosas. La plataforma, creada por emprendedores chilenos, permite que técnicos independientes creen un perfil validado con su RUT, que actúa como cédula profesional dentro del sistema. Para el usuario que busca un servicio, esto significa poder ver quién es la persona que llegará a su casa, qué experiencia tiene, si está formalizado ante el Servicio de Impuestos Internos (SII) y cómo lo han evaluado otros clientes. ## RUT certificado: más que un trámite, una garantía Uno de los pilares sobre los que se construye LiLiApp es el uso obligatorio del RUT verificado para los técnicos registrados. A diferencia de otras plataformas de servicios que permiten el registro con simples formularios, aquí se exige que el trabajador esté registrado como contribuyente ante el [SII](https://www.sii.cl), con giro comercial activo, lo que permite a los usuarios verificar que están contratando a alguien que tributa legalmente. En términos prácticos, esto abre la puerta a la formalización para miles de personas que antes trabajaban al margen del sistema. También facilita al usuario la obtención de boletas, algo especialmente relevante para empresas que requieren respaldo contable o para personas que quieren hacer valer garantías ante el SERNAC. Además, este filtro es un primer escudo de seguridad: al no poder registrarse sin un RUT real y activo, se reduce el riesgo de estafas, identidades falsas o perfiles fraudulentos. ## Cómo funciona la plataforma La lógica detrás de LiLiApp es bastante directa, aunque está respaldada por un desarrollo tecnológico robusto. El usuario entra a la aplicación (disponible para Android y iOS), selecciona el tipo de servicio que necesita —desde instalaciones eléctricas hasta reparación de electrodomésticos— y visualiza los técnicos disponibles en su zona. Cada perfil muestra: * Nombre completo * Foto verificada * RUT certificado (no visible, pero validado internamente) * Calificaciones y comentarios * Tarifas estimadas * Especialidades técnicas * Disponibilidad horaria Al elegir a un técnico, se agenda el servicio y se pacta el pago, que puede hacerse de forma directa entre las partes o, si el técnico lo tiene habilitado, mediante medios electrónicos. Un punto clave: LiLiApp no actúa como intermediario financiero ni toma comisión por los trabajos. Esto les ha permitido crecer sin generar resistencias entre los trabajadores, que suelen rechazar plataformas que imponen altas comisiones. ## Un crecimiento orgánico y sostenido Aunque la empresa aún no ha lanzado campañas de alto impacto ni tiene presencia masiva en medios, su comunidad ha crecido principalmente por el boca a boca digital. Grupos de Facebook, comunidades de WhatsApp de barrios y juntas vecinales han sido el principal canal de difusión de LiLiApp. Según datos entregados por la propia startup en entrevistas recientes, más de 12.000 técnicos se han registrado en la plataforma desde 2022, con una tasa de crecimiento promedio mensual del 11%. Gran parte de este impulso proviene de comunas de clase media como Maipú, La Florida, San Bernardo o Quilicura, donde el acceso a técnicos formales es escaso y las tarifas muchas veces se fijan sin criterios claros. En esos contextos, poder comparar precios y ver reseñas reales ha sido un factor decisivo para adoptar la herramienta. ## ¿Qué diferencia a LiLiApp de otras plataformas? En el mercado chileno ya existen alternativas como ServiciosYa, Tuten o incluso aplicaciones como Mercado Libre Servicios. No obstante, la gran diferencia de LiLiApp es su foco en los técnicos individuales y su apuesta por la validación del RUT. Mientras otras plataformas privilegian grandes contratistas o empresas de servicios tercerizados, aquí se trata de potenciar al trabajador autónomo con identidad propia. Esta identidad, validada con un dato tan sensible como el RUT, cambia la dinámica de la relación. Para el usuario, saber que no está contratando a una sombra sin rostro es un factor tranquilizador. Y para el técnico, poder mostrarse como persona natural con historial y reputación, también es un activo importante. Otra diferencia clave es que no hay una lógica de subasta o de competencia a la baja. LiLiApp permite que cada técnico fije sus precios y condiciones, y que el usuario elija en función de eso, no solo del valor más bajo. Esto ha contribuido a evitar una guerra de precios que suele precarizar aún más el oficio. ## La informalidad como obstáculo y oportunidad La informalidad laboral en Chile no es un tema nuevo. Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas ([INE](https://www.ine.cl)), cerca del 27% de los trabajadores del país operan sin contrato ni cotizaciones, y en el caso de servicios menores la cifra supera el 45%. Esto implica una vulnerabilidad estructural tanto para los trabajadores como para los clientes. LiLiApp no viene a erradicar este fenómeno, pero sí ofrece una vía para revertirlo. Muchos de los técnicos que han migrado a la plataforma han terminado formalizando su situación ante el SII y regularizando su actividad. Algunos incluso han sido contactados por empresas para trabajos más grandes luego de posicionarse dentro de la app. En palabras de Carolina Valdivieso, una usuaria de San Miguel que contrató a un técnico en refrigeración a través de la plataforma: *“Yo antes llamaba al que me recomendaba el conserje, pero nunca sabía quién llegaba. Ahora puedo revisar su nombre, saber si tiene RUT y si emite boleta. Es otra cosa.”* ## Desafíos futuros El modelo de LiLiApp, aunque prometedor, también enfrenta barreras importantes. La primera es tecnológica: la plataforma aún tiene fallos de usabilidad y carece de una versión web completa, lo que limita su acceso para usuarios menos familiarizados con los smartphones. La segunda es cultural: muchos usuarios siguen prefiriendo la informalidad por el simple hecho de que "sale más barato", y convencerlos de pagar un poco más por mayor seguridad es una tarea larga. También hay desafíos legales. La certificación del RUT no implica una validación de competencias técnicas, lo que podría prestarse a confusión. Por ahora, LiLiApp no exige certificaciones formales ni títulos para operar, lo que deja el juicio en manos del usuario. Una evolución posible sería integrar sistemas de validación de estudios o experiencia laboral comprobada. ## ¿Un nuevo estándar para los oficios técnicos? En una era donde la confianza digital vale tanto como la reputación en el barrio, LiLiApp parece haber entendido algo esencial: las personas no solo quieren rapidez, quieren certeza. Saber quién está detrás del nombre, que tiene un RUT activo y un historial visible, transforma una transacción informal en una relación con cierta trazabilidad. No es una revolución tecnológica. No pretende desplazar a Uber ni convertirse en unicornio. Pero en un país donde las pequeñas soluciones a grandes problemas tienen más impacto que las promesas grandilocuentes, LiLiApp está marcando un camino que vale la pena mirar con atención. Y aunque todavía está lejos de ser masiva, hay algo poderoso en su propuesta: devolver la dignidad al trabajo técnico, sin disfrazarlo de start-up ni reducirlo a un algoritmo. Porque a veces, lo más transformador es simplemente hacer las cosas bien.

En un país donde la economía informal convive diariamente con la vida cotidiana de millones de personas, encontrar un técnico de confianza sigue siendo una tarea que muchos resuelven con una mezcla de intuición, recomendaciones familiares y una buena dosis de suerte. Es ahí donde LiLiApp empieza a hacer ruido, sin campañas ostentosas ni grandes titulares, pero con un crecimiento firme y sostenido, cimentado en una idea simple: conectar a profesionales técnicos con clientes a través de un sistema que valida su identidad mediante su RUT.

Una solución a un problema cotidiano

En Chile, conseguir un gasfiter confiable, un electricista puntual o un técnico en refrigeración que no desaparezca después de cobrar el adelanto, puede ser una odisea. Según cifras del Ministerio de Economía, casi el 30% de los servicios técnicos menores operan sin boleta, sin contrato y sin trazabilidad. Esta falta de formalidad no solo deja al consumidor expuesto, sino que perpetúa una economía paralela donde el profesional tampoco puede acceder a beneficios básicos como cotizaciones previsionales, financiamiento o capacitación estatal.

LiLiApp no promete cambiar el mundo. Pero propone una forma distinta de hacer las cosas. La plataforma, creada por emprendedores chilenos, permite que técnicos independientes creen un perfil validado con su RUT, que actúa como cédula profesional dentro del sistema. Para el usuario que busca un servicio, esto significa poder ver quién es la persona que llegará a su casa, qué experiencia tiene, si está formalizado ante el Servicio de Impuestos Internos (SII) y cómo lo han evaluado otros clientes.

RUT certificado: más que un trámite, una garantía

Uno de los pilares sobre los que se construye LiLiApp es el uso obligatorio del RUT verificado para los técnicos registrados. A diferencia de otras plataformas de servicios que permiten el registro con simples formularios, aquí se exige que el trabajador esté registrado como contribuyente ante el SII, con giro comercial activo, lo que permite a los usuarios verificar que están contratando a alguien que tributa legalmente.

En términos prácticos, esto abre la puerta a la formalización para miles de personas que antes trabajaban al margen del sistema. También facilita al usuario la obtención de boletas, algo especialmente relevante para empresas que requieren respaldo contable o para personas que quieren hacer valer garantías ante el SERNAC.

Además, este filtro es un primer escudo de seguridad: al no poder registrarse sin un RUT real y activo, se reduce el riesgo de estafas, identidades falsas o perfiles fraudulentos.

Cómo funciona la plataforma

La lógica detrás de LiLiApp es bastante directa, aunque está respaldada por un desarrollo tecnológico robusto. El usuario entra a la aplicación (disponible para Android y iOS), selecciona el tipo de servicio que necesita —desde instalaciones eléctricas hasta reparación de electrodomésticos— y visualiza los técnicos disponibles en su zona. Cada perfil muestra:

  • Nombre completo
  • Foto verificada
  • RUT certificado (no visible, pero validado internamente)
  • Calificaciones y comentarios
  • Tarifas estimadas
  • Especialidades técnicas
  • Disponibilidad horaria

Al elegir a un técnico, se agenda el servicio y se pacta el pago, que puede hacerse de forma directa entre las partes o, si el técnico lo tiene habilitado, mediante medios electrónicos. Un punto clave: LiLiApp no actúa como intermediario financiero ni toma comisión por los trabajos. Esto les ha permitido crecer sin generar resistencias entre los trabajadores, que suelen rechazar plataformas que imponen altas comisiones.

Un crecimiento orgánico y sostenido

Aunque la empresa aún no ha lanzado campañas de alto impacto ni tiene presencia masiva en medios, su comunidad ha crecido principalmente por el boca a boca digital. Grupos de Facebook, comunidades de WhatsApp de barrios y juntas vecinales han sido el principal canal de difusión de LiLiApp. Según datos entregados por la propia startup en entrevistas recientes, más de 12.000 técnicos se han registrado en la plataforma desde 2022, con una tasa de crecimiento promedio mensual del 11%.

Gran parte de este impulso proviene de comunas de clase media como Maipú, La Florida, San Bernardo o Quilicura, donde el acceso a técnicos formales es escaso y las tarifas muchas veces se fijan sin criterios claros. En esos contextos, poder comparar precios y ver reseñas reales ha sido un factor decisivo para adoptar la herramienta.

¿Qué diferencia a LiLiApp de otras plataformas?

En el mercado chileno ya existen alternativas como ServiciosYa, Tuten o incluso aplicaciones como Mercado Libre Servicios. No obstante, la gran diferencia de LiLiApp es su foco en los técnicos individuales y su apuesta por la validación del RUT. Mientras otras plataformas privilegian grandes contratistas o empresas de servicios tercerizados, aquí se trata de potenciar al trabajador autónomo con identidad propia.

Esta identidad, validada con un dato tan sensible como el RUT, cambia la dinámica de la relación. Para el usuario, saber que no está contratando a una sombra sin rostro es un factor tranquilizador. Y para el técnico, poder mostrarse como persona natural con historial y reputación, también es un activo importante.

Otra diferencia clave es que no hay una lógica de subasta o de competencia a la baja. LiLiApp permite que cada técnico fije sus precios y condiciones, y que el usuario elija en función de eso, no solo del valor más bajo. Esto ha contribuido a evitar una guerra de precios que suele precarizar aún más el oficio.

La informalidad como obstáculo y oportunidad

La informalidad laboral en Chile no es un tema nuevo. Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), cerca del 27% de los trabajadores del país operan sin contrato ni cotizaciones, y en el caso de servicios menores la cifra supera el 45%. Esto implica una vulnerabilidad estructural tanto para los trabajadores como para los clientes.

LiLiApp no viene a erradicar este fenómeno, pero sí ofrece una vía para revertirlo. Muchos de los técnicos que han migrado a la plataforma han terminado formalizando su situación ante el SII y regularizando su actividad. Algunos incluso han sido contactados por empresas para trabajos más grandes luego de posicionarse dentro de la app.

En palabras de Carolina Valdivieso, una usuaria de San Miguel que contrató a un técnico en refrigeración a través de la plataforma: “Yo antes llamaba al que me recomendaba el conserje, pero nunca sabía quién llegaba. Ahora puedo revisar su nombre, saber si tiene RUT y si emite boleta. Es otra cosa.”

Desafíos futuros

El modelo de LiLiApp, aunque prometedor, también enfrenta barreras importantes. La primera es tecnológica: la plataforma aún tiene fallos de usabilidad y carece de una versión web completa, lo que limita su acceso para usuarios menos familiarizados con los smartphones. La segunda es cultural: muchos usuarios siguen prefiriendo la informalidad por el simple hecho de que "sale más barato", y convencerlos de pagar un poco más por mayor seguridad es una tarea larga.

También hay desafíos legales. La certificación del RUT no implica una validación de competencias técnicas, lo que podría prestarse a confusión. Por ahora, LiLiApp no exige certificaciones formales ni títulos para operar, lo que deja el juicio en manos del usuario. Una evolución posible sería integrar sistemas de validación de estudios o experiencia laboral comprobada.

¿Un nuevo estándar para los oficios técnicos?

En una era donde la confianza digital vale tanto como la reputación en el barrio, LiLiApp parece haber entendido algo esencial: las personas no solo quieren rapidez, quieren certeza. Saber quién está detrás del nombre, que tiene un RUT activo y un historial visible, transforma una transacción informal en una relación con cierta trazabilidad.

No es una revolución tecnológica. No pretende desplazar a Uber ni convertirse en unicornio. Pero en un país donde las pequeñas soluciones a grandes problemas tienen más impacto que las promesas grandilocuentes, LiLiApp está marcando un camino que vale la pena mirar con atención.

Y aunque todavía está lejos de ser masiva, hay algo poderoso en su propuesta: devolver la dignidad al trabajo técnico, sin disfrazarlo de start-up ni reducirlo a un algoritmo. Porque a veces, lo más transformador es simplemente hacer las cosas bien.

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